MATAR AL MENSAJERO.

¿Cobardía frente a la verdad?. Es lo más fácil y muy probable en este caso. Las redes criminales actúan escondidas en amenazas anónimas. Arrojan la piedra y esconden la mano. Estas acciones exigen una respuesta social decisiva. Las víctimas de estas cobardes amenazas somos todos porque nuestras libertades son el alma de nuestra sociedad. Y nuestra libertad de expresión es la esencia de los seres humanos. Nuestro derecho a la información es constitucionalmente inalienable, como el aire que respiramos, como el agua fresca que nos da vida. Los que tienen miedo no somos nosotros. Los que tienen miedo son los que se esconden. Los que algo mal hicieron y caminan ocultándose de la luz. ¿Quién dijo miedo?.  

En Cochabamba, el 13 de marzo del 2015, ensuciaron con manchas de sangre el muro de la fachada en la casa donde un periodista de ATB, Jose Miguel Manzaneda, alquilaba una habitación. “CUIDATE J M” ese fue el mensaje que dejaron escrito con tinta roja en un papel bond tamaño carta pegado a la puerta del domicilio. Y también arrojaron al interior de la vivienda preservativos inflados con el mismo líquido rojo que a simple vista parece sangre.

Ese mismo día, más tarde, el trabajador de la prensa fue a denunciar el caso y en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen fue víctima de ignorantes ojerizas. En medio de algunas burlas y malos tratos, el procedimiento tardó hasta cinco horas. A tanto llegaron los efectivos que atendieron el caso que confiscaron su teléfono móvil por unos minutos. El periodista logró recuperar su aparato telefónico cuando uno de los mencionados uniformados fisgoneaba en los grupos de whatsapp de ese móvil. ¿Que buscaban estos policías?. Según el director de la institución policial solo querían investigar.

El reportero amenazado es responsable de la cobertura nocturna en este medio y en agosto del 2014 registro en video como el coronel Marco Gutiérrez, ex director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, fue sorprendido bebiendo con E. Escalera conocida como La Queques, una mujer con antecedentes delictivos por el delito de corrupción de menores. Otros canales también llegaron al lugar aunque ATB fue el único medio que publicó la noticia y luego algunos periódicos la difundieron. Él mismo captó el momento cuando cinco policías uniformados salían de un lenocinio en la zona norte de la ciudad. Los uniformados estaban en horarios de trabajo y en motocicletas de la institución. Con ellos en la imagen se ve como una mujer con minifalda negra sale juguetona a despedir a los policías.

La segunda amenaza criminal fue registrada el pasado 23 de marzo del 2015, diez días después de la primera. Esta vez fue la casa de la periodista Escarley Pacheco. Esa madrugada el hermano de la reportera salía a trabajar cuando halló un paquete raro encajado en el picaporte de la puerta. Era una nota dentro de una bolsa plástica transparente y cuadrada, estaba manchada con un liquido raro parecido a la sangre. En medio del papel húmedo había una bala. El mensaje en este caso fue más directo.

El escrito con errores ortográficos y jugando con signos de puntuación, letras mayúsculas y minúsculas señala:

Esta bala tiene presio de tu cabeza, tiene tu nombre ESCARLEY PACHECO. Cuando la usare, lo sabras el dia que primero disfrutemos de tu cuerpo “joyita de mujer” ja ja ja… no tiembles lo disfrutaras y luego te uniras a la larga lista feminicidios lastima q’ ya no podras investigar a nadie mas en tu vida. Eso te costara mucho…. nunca debiste meter tus narices en la vida de los demás...Eres una excelente periodista y eso le puso un presio a tu cabeza.

La periodista Escarley Pacheco hace en ATB periodismo de investigación. En julio del año 2014, reveló que en el Trópico de Cochabamba, los dueños de autos indocumentados pagaban dinero para circular sin problemas. Las denuncias apuntaron entonces a uniformados que presuntamente cobraban “vacunas” con el fin de evitar la incautación de los motorizados ilegales. Los mismos pobladores narraron entonces que pagaban 400 bs. por auto al mes y eran registrados en un cuaderno. Así mismo, la reportera indago sobre graves denuncias de violencia doméstica que le costaron una amenaza verbal del mismo comandante de la policía en ese momento, el coronel Alberto Suarez. “El coronel Suárez me dijo al oído Pacheco cuidate te voy a seguir los pasos...” recuerda. Las denuncias contra el ex jefe policial señalan que su ex esposa fue durante años golpeada.

Las amenazas quieren atemorizar porque cuando el miedo se apodera de la mente el enemigo es muy débil. La guerra psicológica es un método antiguo y nunca se ha dejado de aplicar en instituciones del orden, los policías y militares lo saben muy bien.

“Matar al mensajero” es una película dirigida por Michael Cuesta que narra la vida real del periodista Gary Webb, ganador de dos premios Pulitzer. El periodista de esta historia acusó a la C. I. A. (La Agencia Central de Inteligencia , cuyo nombre original en inglés es Central Intelligence Agency) de recibir ingentes cantidades de dinero a cambio de desviar la mirada y así permitir el ingreso de toneladas de droga procedentes de Nicaragua a los barrios más pobres de Los Ángeles en Estados Unidos. Las denuncias fueron recopiladas en su libro: “Alianza Oscura” el mismo que incluye varias entrevistas a narcotraficantes norteamericanos. La muerte de  Gary Webb el año 2004 es todo un misterio, la policía de ese país aseguró que fue un suicidio pero hay varias preguntas sin respuestas. La más contundente: ¿Realmente Gary quiso morir o fueron otras personas las que quisieron acabar con el para asi terminar con las continuas denuncias y acusaciones fundamentadas en expedientes secretos de investigación?. La película biográfica trata de demostrar que Gary con su obstinada labor periodística decía la verdad y que la C. I. A. siempre trato de desprestigiar para esconder el escándalo.

Y en todo caso, con todos estos elementos, será usted querido lector que tome sus propias decisiones y haga sus propias conclusiones.

Comentarios

Entradas populares